El Presidio - Casa Bon

Información generál

Casa García, es una de las más antiguas fincas en Mazatlan, esta construcción representa con todo su esplendor arquitectónico y cultural la bonanza que le significó el fin del siglo XIX a nuestro puerto.

Por un lado cuenta con el restaurante de alta cocina mexicana “EL PRESIDIO”, que obtiene su nombre del famoso río que encontramos aquí en el sur de nuestro estado.
Aquí puede disfrutar platillos confeccionados exquisitamente, escogiendo siempre con sumo cuidado solo los ingredientes más frescos y a un tiempo buscando ensalzar la historia culinaria y productos de nuestra región. Así es como llegamos a la creación de clásicos como nuestro “Chamorro ahumado”, que cuenta con una minuciosa preparación, cuidada por horas para lograr la impregnación de los aromas en toda la pieza logrando no perder la jugosidad de la misma cubierta toda en un jugoso adobo atípico; los ahora famosos y no menos sorpresivos “Burritos de pato”, una delicia llega de sorpresas; destacan los “Ostiones Chapulín” una creación tan simple y novedosa que sorprenderá a los paladares más aventureros y dispuestos; los “Camarones zarandeados con fideo seco”, combinación audaz de memorias palatales donde encontramos un predomino de sabor mazatleco con una marcada nostalgia valenciana, encuentro del nuevo mundo y la madre patria. Pasamos así por todas nuestras “pescas”, elaboradas con pescado fresco del día en preparaciones que van desde caldos tradicionales con el más autentico sabor a hogar hasta inusitados risottos que nos traen sorpresa y alegria ante tanto compromiso con la innovación. Y todo esto inmerso en un ambiente natural rodeado de árboles centenarios, paredes en las que puede ver el paso del tiempo donde flotan notas suaves de piano en vivo y se mezclan con las más tradicionales pinceladas de bossanova, jazz, son cubano, tango, bolero y música tradicional mexicana, francesa y del mundo bien escogida que sale del común creando una atmósfera a la vez relajante y que evocará emociones muy particulares, únicas y nuevas en nuestra ciudad.

A unos pasos, dentro de la misma finca y engalanando una tradicional esquina representativa del mas autentico periodo áureo del “Centro Histórico” se encuentra la “LA COMPAÑIA MINERA DE PÁNUCO” que obtiene su nombre de la antigua Compañía Minera de la región localizada en un pequeño pueblo en las montañas llamado Pánuco y de la cual la familia GARCÍA CASAL fue pilar en su etapa de mayor prosperidad.
Aquí ofrecemos un menú excitante, que en su gestación toma como punto de partida las antiguas cantinas mexicanas más evocadoras del México de Oro, donde podemos probar botanas y platillos clásicos con un giro completamente moderno.
Comenzamos con tradición pura en forma del reconocidísimo “calditode Camarón” de cantina, pasando por los “tuétanos de Res al Grill” que pueden ser acompañados con un excelso mezcal de nuestra amplia tradición de “Mezcales Contemporáneos”, seguir con unos “Ostiones Cotija”, una deliciosa extravagancia. Pasar a una inusitada “Crema Hojaldrada de Camarón” para rematar con nuestro robusto “Rib­Eye al Mezquite” ó escoger nuestro tropical “Chamorro en Hoja de Platano”, exótico deleite.
Como estandarte de la versatilidad de nuestra cocina tenemos a nuestro famoso “Cochito”, el cerdo, que en Sinaloa se acostumbra de diversas formas: ahumado, tatemado, achicharrado, aprovechándolo para hacer creaciones caprichosas que van desde los sencillos tacos hasta las arraigadas tortas y tostadas e imprimiéndoles el sello espontáneo de nuestra siempre creativa cocina.
Tenemos un confortable y fresco salón de doble altura que integra la tradición de los remanentes de la Casa García y la modernidad de el diseño contemporáneo con toques muy singulares que crean una sensación única y excitante que culmina en nuestra bellísima barra de cantina donde podemos disfrutar de música agradable que invita a la convivencia alegre de la anticipación de la fiesta y los eventos deportivos más relevantes en un ambiente de camaradería que invita a venir con amigos a pasar un gran rato, comiendo y bebiendo sencillamente, sin pretensiones pero con gran calidad.