Rectoría Señor de Los Prodigios

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La rectoría del Señor de los Prodigios es una comunidad que se encuentra en la Colonia Narvarte en la Ciudad de México.

Pertenecemos a la IV vicaría de la Arquidiócesis de México y está atendido por los misioneros de San José.

El Señor de los Prodigios es, y seguirá siendo el Jesús engrentado de los grandes milagros. Un Jesús con capa regia que tiene su trono de Soberano en la Colonia Narvarte de la ciudad de México. Una imágen hercúlea y de tamaño más que regular. Parece imposible moverla, pero su antiguedad se palpa al ver que está hecha con canutillos de corazón de Maíz, como puede verse en las imágenes antiguas como por ejemplo: Nuestra Señora de la Salud de Pátzcuaro Michoacán entre otras varias de los siglos de la conquista.
Gonzalo Obregón, después de estudiar esta Sagrada Imagen, concluyó: la estimo como una herencia de la época colonial. Abelardo Carrillo, Gariel y Miguel Cabrera también así lo creen.

Entre los años de 1546 y 1594 por petición de Hernán Cortés ante Carlos V se fundaron 5 Conventos Concepcionistas en la Nueva España. En eso apareció Nuestra Imagen en el Convento de la Natividad y Regina Coeli.

Fueron diversos nombres los que tuvo esta venerable Imagen: se ha llamado el Ecce Homo, Jesús de la penitencia, el Ecce Homo de la fealdad, al incendiarse su templo.

En el Siglo XVII era la Imagen que iniciaba la procesión del Viernes Santo. El 8 de diciembre del año de 1715 se renovó a sí mismo. Llamose entonces el Ecce Homo renovado de Balbanera. En la cuaresma del siguiente año, 1716 se volvió a incendiar su Templo. Todo se quemó; pero de nuestra Imagen, ni siquiera los manteles de su Altar.

En 1747 en la terrible peste que se inició en Tacuba, fue nuestra Imagen la que inició la procesión penitencial.

Pero ¿porqué hoy lo llamamos el Señor de los Prodigios?

Porque fue un prodigio que Hernán Cortés, a petición de él y con la herencia de él se fundaran las Madres Concepcionistas en la Nueva España; se llama el Señor de los Prodigios por ser el nombre que le dieron cuantos han recurrido a su Protección.

Al reconquistarlo milagrosamente las Monjas Concepcionistas palparon el valor de esta benditísima Imagen en su Convento situado en ese año de 1949 en el Callejón de la Paz en Tacubaya, D.F. tuvieron que aceptar este nombre. También el caminar del Señor de los Prodigios ha sido maravilloso.

En el corazón de México, en el Convento Concepcionista de Regina Coeli, en la Plaza de las Vizcainas, en el Templo de Balbaneras, para finalizar maravillosamente en el terreno de la Colonia Narvarte donde se le ha construido un bello y moderno santuario.

Aquí es el lugar donde se le conoce con el nombre del Señor de los Prodigios, impuestos por el mismo pueblo de Dios.

Pero Él sigue siendo el antiquísimo Jesús Nazareno, el Cristo de los Azotes, el Señor de Balbanera, el Jesús de las procesiones del Viernes Santo, el Cristo de la Plaza de las Vizcainas la preciosa imagen coronad, el Rey y Señor de la República Mexicana.

Siguen Siendo sus ojos las claras fuentes del perdón, sus mejillas las primaveras del hombre en la aflicción, sus manos enlazadas antes las injusticias humanas, su presencia de rey de todos los corazones.